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¿Alguna vez has notado que si sueltas el volante en una recta se mueve hacia un lado?  ¡Es momento de revisar la dirección!

¿Conoces esa sensación de que se te mueve el volante hacia un lado si lo sueltas apenas un instante en una recta? ¿O de que te vibra más de la cuenta? No es un problema de percepción, suele ocurrir con más frecuencia de lo que pensamos. Se trata de un indicio claro de que nuestra dirección necesita una revisión inminente. Podrías no superar favorablemente la ITV. Y lo que es peor… tener algún que otro susto en carretera o, incluso, provocar un siniestro vial.

El objetivo del sistema de dirección es tan básico como elemental: orientar las ruedas delanteras para que nuestro coche tome la trayectoria que deseamos al mover el volante. Por eso, debe estar en perfecto estado. De él dependen otros elementos de seguridad de tu vehículo como el paralelismo de las ruedas delanteras, el desgaste uniforme de los neumáticos o la estabilidad del vehículo tanto en curva como en frenada.

Pero, además, de la misma forma que una dirección deteriorada puede afectar a otros componentes y sistemas del vehículo, hay algunas piezas que también pueden incidir sobre el estado de la dirección si no se encuentran en buenas condiciones. Es el caso de los neumáticos y de los amortiguadores, elementos especialmente sometidos al impacto de baches y badenes, y cuyo desgaste, si condiciona su correcto funcionamiento, puede impactar negativamente en la dirección del coche.

La dirección es un elemento clave para que circules seguro. Recuerda, si notas cualquier señal de advertencia, has de revisar la dirección de tu vehículo. ¿De qué tipo de señales hablamos?

  • Ruido excesivo al circular en una zona de baches
  • Conducción molesta, temblorosa, con sacudidas
  • Rebotes excesivos
  • Volante que se desvía
  • Neumáticos que se desgastan de forma dispar

Y si tienes que pasar la ITV, ten en cuenta que el técnico que inspeccione tu vehículo comprobará su buen estado y funcionamiento, así como las posibles holguras que tenga el volante, la columna, la caja de dirección y toda la timonería y rótulas del mecanismo de dirección del vehículo. ¡Es importante que lo haga! De otra forma, si no estuviera en condiciones, podrías estar poniendo tu seguridad al volante, la de los que van contigo y la de aquellos que se cruzan en tu camino.