¡Unos amortiguadores en mal estado aumentan la distancia de frenado hasta en un 35%! ¡Son uno de los motivos más frecuentes para no pasar la ITV!
Unos amortiguadores en mal estado constituyen un riesgo para el vehículo y sus ocupantes, así como para el resto de usuarios de la vía. Aumentan la distancia de frenado hasta un 35%. Interfieren en el correcto funcionamiento del EPS (sistema de control de estabilidad) y del ABS (sistema de antibloqueo de los frenos). Y, por si fuera poco, aumentan hasta un 15% la posibilidad de perder el control de la dirección o de sufrir aquaplaning. ¡Demasiadas razones para no ser uno de los elementos fundamentales que se inspeccionan en la ITV!
Los amortiguadores se encargan de mantener en contacto los neumáticos con el suelo. De ahí se deduce, como hemos visto, su importancia para la seguridad vial tanto desde el punto de vista de garantizar una adecuada frenada como de mantener el control de la dirección. Pero también desde la óptica de la comodidad dentro del vehículo, ya que los amortiguadores filtran las alteraciones del firme de la carretera evitando la vibración excesiva del volante.
Si no mantenemos adecuadamente los amortiguadores se produce, además, un aumento del desgaste de otras piezas con las que están estrechamente relacionados como las rótulas, los soportes o lo neumáticos. Por eso se recomienda cambiar los amortiguadores entre los 65 mil y 90 mil kilómetros, en función del uso que se dé al vehículo, y revisarlos periódicamente, cada unos 20 mil kilómetros. Los expertos aconsejan también que los cambios de amortiguadores se realicen por completo o, por ejemplo, de dos en dos, y no por unidades sueltas, para evitar una pérdida de su efectividad al convivir piezas nuevas y desgastadas.
¿Cuál es la función de los amortiguadores?
- Hacen que los neumáticos siempre estén en contacto con la calzada.
Es decir, que las ruedas no se despeguen de la carretera, porque al hacerlo correremos el riesgo de perder el control del vehículo y sufrir un accidente (ejemplo: efecto aquaplaning).
- También controlan los movimientos de la carrocería y absorben las alteraciones de la carretera. Hacen nuestro viaje más cómodo.
- De nada sirven los sistemas de seguridad más sofisticados
(ABS, ESP, DSC…) con unos amortiguadores deficientes, ya que su función queda inutilizada (datos erróneos de los sensores, señales de frenado ineficaces…).
¿Cómo saber que los amortiguadores o la suspensión están reclamando nuestra atención? Si notas alguna de estas señales, es el momento de revisar su estado.
- Desgaste irregular de los neumáticos.
- Se necesita mayor tiempo para detener el vehículo
- Mayor dificultad para controlar el vehículo en curvas y superficies mojadas
- Se producen vibraciones en el volante
- Mayor sensibilidad del vehículo al viento lateral
- Deslumbramiento en conducción nocturna
- Hundimiento del eje trasero al acelerar
- Fuga de fluido hidráulico
- En baches muy pronunciados, los amortiguadores pueden llegar a tocar fondo y clavarse
- En definitiva, mayor dificultad en la conducción.
¿Y en la ITV… qué control del estado de los amortiguadores se realiza?
El técnico de la estación ITV hace que el coche pase por el conocido como banco de suspensión, donde se le somete a una prueba que mide la efectividad de los amortiguadores y del conjunto del sistema de suspensión. Pero revisa también su aspecto externo para identificar posibles indicios del mal estado en que se encuentra el componente, como pueda ser la pérdida de aceite. En función del impacto que el defecto detectado tenga sobre la seguridad al volante éste será, y siempre según el Manual de Procedimiento de Inspección de las Estaciones de ITV, leve, grave o muy grave, llegando por tanto a suponer la inmovilización del vehículo y la imposibilidad de circular, salvo para su traslado al taller de reparación, por medios propios o ajenos, dependiendo de la gravedad del defecto.